Vivir desde el amor, es agradecer cada situación que se nos presenta. Por más que determinada situación no sea del todo buena, seguramente, nos dejara un gran aprendizaje. Y nos permitirá siempre desde el amor, sanar y continuar creciendo.
Vivir desde el amor, implica que aun cuando nos lastimen, no devolveremos lastimando, sino que soltaremos la situación y que el universo se encargue.
Vivir desde el amor, permite disfrutar cada día. Un día a la vez.
Disfrutar de caminar, del mar, un parque, de la compañía con uno mismo primero, y luego la compañía de aquellas personas que nos permiten crecer a nivel humano día a día.
Vivir desde el amor, es vivir un día a la vez.
Permitiéndose sanar día a día, encontrarnos con nuestra mejor versión, y amarnos a nosotros mismos.
Se que muchos detestan la soledad, pero sepan que la soledad no es mala. Necesitamos de estar con nosotros mismos para pensar con claridad. Y encontrarnos con la mejor versión de nosotros mismos.
Vivir desde el amor, implica tomarnos un tiempo, para nosotros mismos, así sean 10 minutos al día, para escucharnos.
Vivir desde el amor, es aceptar que cada situación nos puede ayudar a ser una mejor versión de nosotros mismos. Siempre nos podemos reinventar y rearmar. Somos como un gran rompecabezas, y con cada acción y decisión (sobre todo las tomadas desde el amor) vamos armando nuestra rompecabeza, nuestra vida.
Vivir desde el amor, es permitirse ir día a día, equivocarnos, amar, enojarnos, llorar, reír, … todo nos deja su aprendizaje, lo que hacemos con ese aprendizaje es lo que marca la diferencia.
Un día a la vez, un paso a la vez.
Recuerden que la vida es siempre bella.
Mensajes del alma
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