Hay días en
los que los recuerdos van surgiendo solos, como si de apoco el velo que los mantenía
ocultos, se fuera corriendo.
Momentos en
los que el rostro de mi abuelo se hace tan presente, como el camino de tierra
que llevaba a su casa. La parra , el pozo de agua... El aroma al campo, al pasto
mojado. A veces cierro los ojos y casi creo poder escuchar su voz. Si bien era
muy niña cuando partió de este plano, poco a poco van llegando recuerdos. Situaciones
hasta el mismo día en que lo despedimos de este mundo.
Hay
situaciones que hacen aflorar, recuerdos que la mente tenía escondidos, supongo
que esos recuerdos estaban bajo un velo para no lastimar mi presente. Aunque el
recordar me hace entender muchas cosas de mi presente. A veces, traer al
presente el pasado, puede resultar sanador, o mejor dicho liberador.
Sanar mi relación
con mis antepasados me permite mejorar el presente mental y espiritualmente.
Cuantas veces nos llegamos a creer mejores que nuestros padres, sin darnos cuenta de que ellos realizaron lo mejor que pudieron, con las herramientas que tenían en su momento.
Nadie tiene un manual que nos permita saber de antemano como ser “padres”.
Hacemos lo que podemos con las herramientas que tenemos, y con aquellas cosas
que fuimos sanando en el camino.
Supongo que
muchas de las preguntas quedaran sin respuesta, pues quienes las podían responder
ya no están aquí. Pero si tengo presente las palabras de mi padre: “el daño que
hacemos aquí, lo pagaremos aquí antes de irnos”. Todos necesitamos aprender del
camino. Cada vida es una historia, un libro, donde cada día es una pagina en
blanco. Como y con que llenemos cada página depende solamente de nosotros.
Recordar nos
permite en cierta manera liberarnos
Mantenemos a
nuestros seres amados presentes, cuando se han ido. Recordando lo bello vivido.
Y soltando aquello que solo traerá resentimiento o que no permitirá que ellos
tengan su descanso.
Tengo mis
recuerdos presentes, los mas bellos, los otros, simplemente los dejo libres.
Nadie soy yo para cuestionar su vida y sus acciones. Los muertos merecen
descansar en paz.
Los sueños
me han acompañado en gran parte de mi vida, y las palabras que en ellos fueron
dichas, están presentes. Pues aun tienen
sentido. Siempre tienen sentido.
Intento ver
más allá de las acciones, sin juzgarlas, juzgar es solo algo del ego o de un
ser superior; nada tiene que ver con nosotros los simples mortales.
Soltar y
dejar ir, es parte de crecer
Amar a nuestros ancestros, recordarlos y tener presentes a cada integrante de nuestro árbol.
Nosotros solo somos ramas de un vasto árbol, cuyas raíces son nuestros
ancestros, y para florecer debemos aprender de sus vivencias, soltar aquellos
que no nos corresponde, entender por lo que han pasado para no repetir lo
negativo, aquello que nos es legado por herencia, poder cumplirlo.
Nada es
casualidad, todo es causa y efecto, causalidad.
Recordar es
parte de vivir y parte de sanar.
Con el paso del tiempo he ido comprendiendo sucesos que me han ido pasando, creo que comencé a darme cuenta de esto desde 2019. Donde algunas situaciones marcaron, el que en ese momento era mi presente, pero le dieron forma a mi actual presente.
Algunos
hechos me dieron las fuerzas o las alas necesarias para salir adelante y
hacerme estar en este presente. Donde cada día es un nuevo descubrimiento, cada
día es un hermoso regalo. Donde aprender, donde enseñar, donde soñar. Soltar
aquello que nos lastima, y fortalecernos como individuos.
Nuestros
ancestros vivieron en otro tiempo, y sus acciones llegan a nosotros aun sin
darnos cuenta por ese linaje familiar. Nuestros padres vivieron en otro tiempo,
e hicieron lo mejor que pudieron con sus aprendizajes. Hoy con las enseñanzas
de todos ellos, con las semillas que nos han ido dejando, y con las
herramientas que se nos ha dado nosotros intentamos germinar, plantar y
florecer ese árbol familiar. Para de alguna manera dejar nuevas semillas, mas
puras a quienes nos precederán. Sanando nosotros, sanamos todos.
Hoy puedo
disfrutar del sol en mi rostro, de caminar, sin tener la sensación de estar
haciendo algo malo. Cuando poder amarme a mí misma ya no es sentido como algo
negativo, sino como algo realmente necesario y obligatorio.
Todos deberíamos
aprender a amarnos a nosotros mismos. A salvarnos a nosotros mismos antes de
intentar salvar a alguien más. Valorar
el paso del tiempo, cuidar las palabras que emitimos, pues la lengua destruye
en un segundo, aquello que costo una vida construir.
Tener como
bandera el respeto, para poder entender y respetar a los demás. Toda relación se
basa en el respeto y en el amor. El tiempo solo permite colocar cada cosa en su
lugar.
Solo es
necesario agradecer y reconocer lo que nos es legado por herencia familiar, aun
de aquellos que no llegamos a conocer en persona, o que se fueron muy pronto pero
que de una u otra manera dejaron su marca en nuestro presente.
A mi pasado
Gracias Gracias Gracias, pues por el estoy aquí hoy
A mi
presente Gracias Gracias Gracias, pues marcara el camino a seguir
A mi futuro
Gracias Gracias Gracias, pues todo es aprendizaje
No sirve
lamentarse o quedarse atrapado en supuestos errores, o malas decisiones, estas
fueron necesarias para estar hoy aquí, para aprender y crecer. Nada es
casualidad
Recordando Siempre que: La vida es Bella
Mensajes del Alma

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